
Entregarse a lo desconocido, dejarse envolver por la bruma que vela el horizonte tras un manto de interrogantes. Atreverse a emprender el viaje, aunque no sepamos qué nos aguarda más adelante, qué misterios encierra ese camino marcado por las huellas de otros, partir tras ellas deprisa, antes de que el rastro se pierda.
Afinar los sentidos, remontarse al ser primigenio, el que se guiaba por sus instintos a través de sendas inscritas en la incertidumbre. Avanzar a tientas, pero con paso firme.
Seguir, aun cuando tengamos más preguntas que respuestas, tomar riesgos vale la pena.
Inventar y crear a pesar de que todo parezca perdido y encontrar el camino.
Que el deseo de aprender y crecer sea la brújula que te guíe en los días nublados.

Vivir es descubrir y mantener el fuego encendido.
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¡Uau! Qué bonito y tan cierto. ¡Gracias Irene! 💙💚
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Sal y pimienta de la vida misma…muy bueno Irene. Abrazo.
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Gracias, Sebastián. Saludos.
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