Dejé un montón de gente querida y bonita en la otra orilla del Atlántico y los echo mucho de menos. ¿Cuántos compartiremos estas fechas por Skype?, familias separadas, sueños truncados, asfixia con la que se hacen maletas de prisa, la bendición de nuestros afectos siempre en el bolsillo más cercano al corazón, esa que como un brazo infinito nos protegerá de todo mal cuando ya no estemos juntos.
Nos lanzamos a los brazos de la incertidumbre de latitudes ajenas impulsados por la necesidad de sobrevivir y de ayudar a los nuestros, para poder conjugar las palabras trabajo y bienestar en una misma frase e intentar ser felices, vivir en paz, pretendemos recomponer nuestros proyectos con argamasa hecha de acentos nuevos, costumbres distintas y fe en nosotros mismos. Así llevamos mucho tiempo, demasiado, dependiendo únicamente de nuestras capacidades y de la inagotable solidaridad que nos caracteriza.
Los más afortunados arrastramos nuestras maletas sobre la obra de Cruz Diez para tomar un avión en Maiquetía, otros no tuvieron tanta suerte y dejaron su último aliento en el Páramo de Berlín, sus sueños quedaron tirados a la vera del camino.
Estas fechas son nefastas para la nostalgia, exacerban los recuerdos, alborotados de por sí al leer en el chat de las primas los preparativos para hacer las hallacas de este año y, de pronto, hasta el olor me llega, a pesar de las distancias.
Les mando un abrazo enorme a todos mis paisanos que, al igual que yo, no celebrarán esta navidad en la tierra que los vio nacer, sino que estarán lejos, pero con la casa grande clavada en el corazón.
Cuando el destino tiró los dados para mí, me tocó la cuarta roca –o quizás debe decir el cuarto volcán- de la parte del Atlántico más cercana a África, leyendo el mapamundi de izquierda a derecha, como se leen los libros. Intento darle al mío un final feliz, escribiendo con miedo un desenlace de reunión en tierras caribeñas.
¿Dónde están ustedes?
Somos como el polvo, paisanos: estamos en todos lados.
Feliz navidad.
Tu artículo me ha emocionado mucho Irene. He pasado tantas navidades lejos de mí familia. Y aún antes de tener Skype y WhatsApp. Un fuerte abrazo. ❤
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Gracias, Filipa, celebro que te gustara. Es duro estar separados, y más por estas fechas, que bueno que ustedes si se van a reunir esta Navidad. Un abrazo.
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Sólo se me ocurre una palabra: saudades.
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La palabra más bonita del portugués.
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❤
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Emocionantes y sentidas palabras. La nostalgia es habitual en estas fechas. Recibe mi abrazo y mi deseo de unas Felices Fiestas.
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Gracias, Sabius, así es, estas fechas son muy duras cuando estás separado de la familia. Recibe un abrazo de vuelta y que pases una feliz Navidad.
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La nostalgia es una buena forma de mantener el sabor en los labios. Feliz Navidad.
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…y tanto. Feliz Navidad.
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Mucha veces nos acompaña la nostalgia, siempre añoramos, y más en estas fecha. algo o a alguien. Que la felicidad se extienda durante todo el año. Un abrazo.
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Que hermosas palabras, Azurea, gracias, que pases unas felices fiestas en compañía de tus seres queridos y un abrazo de vuelta.
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