Satisfacción

Una vida sin un proyecto es como un cascarón vacío, está desprovista de sentido y significado y desnuda ante la desesperanza. Es como navegar sin rumbo o perdernos en medio del bullicio de una ciudad cuando llegamos a ella por primera vez. Al conocerla nos reconocemos un poco a nosotros mismos, tomamos el mapa y trazamos la ruta más directa para llegar a nuestro destino, llámese este hotel o realización personal.

Los proyectos empiezan en el reino de los sueños, se trazan con tinta onírica y se visualizan con imaginación y deseo. Cristalizan con esfuerzo y trabajo, con constancia y un corazón fuerte, que no se deje apabullar por los tropiezos.

A veces sabemos qué queremos, pero ignoramos cómo conseguirlo. Para eso se trazan los planes, se hacen consultas, se estudia -sin preparación las ideas se estrellan contra el más alto de los muros: el de la ignorancia- y, finalmente, se emprende la marcha.

El ensayo y el error sirven para calibrarlos, son como esos letreros que anuncian múltiples destinos en una encrucijada, debemos elegir el nuestro.

El éxito, ese destino engañoso, depende en realidad de cada quien y estará asociado a parámetros subjetivos, como la ambición, y cada plan de vida conllevará niveles de éxito particulares y personales: no necesariamente está asociado a la riqueza, no es una cuestión crematística, sino, más bien, está relacionado con el nivel de satisfacción personal que nos produzcan los resultados de nuestras acciones.

Por más empeño que pongamos en lo que sea que emprendamos, no hay garantías de que el éxito nos sonreirá a la vuelta de la esquina, ni siquiera un poco más adelante, quizás nunca llegue. A pesar de seguir todos los pasos del manual, intervienen demasiadas variables que escapan a nuestro control, razón por la cual hacerlo depender del reconocimiento de los demás puede destruir los más caros sueños.

La satisfacción personal es otra cosa, está íntimamente relacionada con la realización y abarca cada ámbito de la vida. Cada satisfacción que sentimos por un trabajo bien hecho nos confirma que vamos por el camino correcto, nos llena de la energía necesaria para continuar el viaje.

Sin realización personal no hay éxito posible, el nivel de satisfacción que sentimos por un trabajo bien ejecutado es lo que, en realidad, nos permite llevar una vida plena, una vida con un propósito.

6 Comments

    1. ¡Santiago! Te respondí anoche agradeciéndote tus amables palabras y tu intención de compartirlo en tus cuentas, lo cual para mí es un honor que me permitiría, de paso, ganar visibilidad, pero lo hice en el móvil y, por lo visto, la respuesta quedó vagando en el ciberespacio infinito. En fin, mis disculpas por la demora en responder, muchas gracias, celebro que te haya gustado mi humilde reflexión y compártela donde gustes. Que tengas un lindo día.

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