Leonardo

El canal Prime tiene en cartelera una joya titulada “Leonardo”, una miniserie muy bien ambientada, con escenarios y actuaciones dignos de mostrar la vida del genio.

La historia es narrada utilizando como punto de fuga -concepto desarrollado por el artista- un momento lleno de tensión en su vida, cuando es acusado de cometer un asesinato. Leonardo es detenido y sometido a minuciosos interrogatorios a los que responde con evasivas. Todo parecía perdido, sus captores estaban convencidos de su culpabilidad, todos excepto uno, quien no se dio por vencido y cuya obcecación lo llevó a descubrir la verdad. La humanidad del gran maestro lo conmovió profundamente y no lo abandonó a su suerte.

Los creadores de esta magnífica producción recrearon en ella el efecto que Leonardo usó en el fresco «La última cena», mediante el cual el pintor lograba en el espectador la ilusión de hacerlo sentir como si se encontrara en la misma sala que Jesús y los apóstoles. La narración parte del evento antes mencionado, ese es el punto donde convergen todas las líneas de la obra, y, a partir de él, abren el foco para mostrar el retrato completo del mundo convulso donde vivió el maestro, en medio de entretenimientos cortesanos, intrigas palaciegas, asesinatos y guerras, con Ludovico Sforza, los Borja y el mismísimo Maquiavelo para aderezar los acontecimientos.

Conocí al Leonardo pintor, ingeniero, diseñador, constructor, estudioso de la anatomía, pero, sobre todo, descubrí el lado más humano del gran Leonardo da Vinci, un hombre que vivió atormentado por su obsesión de la búsqueda de la verdad y de los mecanismos para plasmarla en su arte, que fue presa de la soledad, la traición, la envidia y los celos, pero que a pesar de todo persistió en su empresa y dejó un legado que aún hoy es capaz de conmover a la humanidad.