Voy a contares un secreto: ¿saben qué es lo que más me gusta de la Navidad?, que por una vez al año todos hacemos lo mismo, la energía del ser humano gira en torno a un pesebre, reuniones familiares, regalos, abrazos, a un señor gordito y simpático que anda por el mundo entregando juguetes en un trineo halado por renos, pero, sobre todo, a los niños. La Navidad les pertenece tal y como una vez fue nuestra cuando esperábamos con ilusión al Niño Jesús, a Santa Claus o a los Reyes Magos.
En Navidad volvemos a ser niños de nuevo, nos conformamos con tan poco, conspiramos en torno a los secretos mejor guardados de la infancia, los envolvemos en la magia y los milagros y año tras año los hacemos florecer de nuevo, tomamos el testigo cuando dejamos la infancia atrás y así, de generación en generación, llega el relevo de perpetradores para seguir regalando ilusiones a los pequeños de la casa.
Estas fechas nos hablan de amor, se exacerba en nosotros el deseo de dar y regalar, de llevar felicidad, de compartir, es una época de esperanza, de renacimiento, estamos en el umbral de un nuevo año cargado de secretos.
Nos olvidamos de los problemas por un ratico, simplemente somos felices, porque nos entregamos a la dulce tarea de hacer felices a nuestros seres queridos.
Feliz Navidad, que disfruten del amor de los suyos en armonía y paz.
Mi bitácora digital - Irene de Santos 
Palabras que abrazan.
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Objetivo cumplido entonces. Palabras que animan a seguir, las tuyas, como siempre, las que me recuerdan que soy leída, ergo no estoy perdiendo el tiempo y debo seguir. Un abrazo Joiel, gracias por estar ahí, atento, del otro lado de la pantalla…como en «La dimensión desconocida». (Espero que no seas demasiado joven para la referencia cultural 😉 ).
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