Atrapados (3)

Las injusticias dejan una estela de indefensión y frustración que nos ancla a las experiencias que las originan y nos impide cumplir las etapas del duelo, indispensables para cerrar ciclos y seguir adelante. Quien ha sufrido una pérdida y ve como el culpable no recibe el castigo merecido queda suspendido en una especie de limbo emocional a la espera de una reparación legal, aunque en el fondo sepa que esta no se producirá.

Deambula entonces por la vida atrapado por el dolor, estancado en ese instante en el que su mundo colapsó inexplicablemente. La sociedad no le ofrece respuestas, no encuentra consuelo. Navega en una espiral de dolor y rabia continuos y adopta conductas autodestructivas. Sus heridas no sanarán jamás y, aunque lo sabe, siente que no puede hacer nada, su existencia ha quedado encerrada en un envase de dolor.

Borja fue una vez un hombre feliz, hoy es una persona totalmente distinta. Intenta apagar con alcohol el fuego que lo consume. Quizás su proceder oculte la intención de reunirse con los suyos lo antes posible. A lo mejor ha decidido acortar su vida.

Descubre esta triste historia en mi novela, La máscara del verdugo.

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